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La Mamba se va, su leyenda permanece


Noches de desvelo, nervios, pasión, alegría, tristeza, rabia, amor por un deporte… Cuesta describir todo lo que nos ha hecho sentir Kobe Bryant a nosotros, los fans del baloncesto. Muchos descubrimos al 24 antes incluso que a la propia NBA. Muchos, esta noche, sonreiremos mientras una pequeña lágrima recorre nuestro rostro, porque a las 4:30, en el Staples Center de Los Ángeles ante Utah, seremos testigos de la retirada de la Mamba, de su último baile.



Como todos sabemos, nada es para siempre. Por desgracia, esto incluye también a la carrera de Kobe Bryant. Una carrera plagada de momentos gloriosos, anillos y galardones; pero también de duras lesiones, polémica y odio. Un odio que inició, posiblemente, la leyenda que ahora despedimos gracias a actuaciones tremendas que volvieron locas a las defensas rivales. Porque nadie imaginaba que aquel chico de Philadelphia, que botaba el balón con la camiseta de Lower Merion acabaría convirtiéndose en todo un icono de este deporte, en su imagen.


Todo comenzó en aquella 1ª Ronda del Draft de 1996. Los focos se pararon en el 13er puesto, donde los Hornets le dieron a Kobe la oportunidad de jugar con las grandes estrellas. Sin embargo, la franquicia de Charlotte decidió que su sitio estaría en Los Ángeles. Una decisión que nos ha llevado hasta aquí. En L.A. no tardó en convertirse en la imagen del equipo, en un líder nato y en la esperanza angelina para volver a lo más alto. Su fanfarronería, su pelo afro, las chaquetas más anchas que su compañero O’Neal... Kobe era la imagen extrovertida de la liga, pero lo que de verdad le caracterizó fueron sus logros.


2 veces MVP de las Finales, 5 veces campeón de la NBA, 18 apariciones en el All Star, MVP en la Regular Season en 2008 y 4 veces MVP del All Star, 11 veces en el mejor quinteto de la liga, 9 veces en el mejor quinteto defensivo, una vez campeón del concurso de mates, el jugador que más triples ha anotado en un partido (12) y el tercer máximo anotador de la historia de la liga. Un palmarés conseguido gracias a su dedicación, pasión, seriedad y amor al baloncesto. Un ejemplo de superación. Una ética de trabajo ejemplar. Esto era Kobe Bryant, y por eso es tan difícil decirle adiós.


No todo ha sido gloria en la carrera de Kobe Bryant, y las dos últimas temporadas representan todo lo contrario. Lesiones, irregularidad, dolor, malos resultados, han hecho que la Mamba decida que es el momento de despedirse de un deporte que le ha dado todo durante 20 temporadas. Todos sabíamos que el final se acercaba, que Kobe no era para siempre, y así, con esta carta, el 24 se despidió de su querido baloncesto, y de todos nosotros, sus fans, rivales y críticos:


Querido Baloncesto,


Desde el momento en que empecé a coger los calcetines enrollados de mi padre y tiraba tiros imaginarios para ganar un partido en el Gran Forum de LA, sabía que una cosa era real: me enamoré de ti. Un amor tan profundo que te di mi todo. Mi mente, mi cuerpo, mi espíritu y mi alma.


Como un niño de seis años de edad, profundamente enamorado de ti, nunca vi el final del túnel. Sólo me veía corriendo fuera de uno. Y por ello corrí, corrí arriba y abajo todas las pistas, después de cada balón perdido, por ti. Tú me pediste empuje, yo te di mi corazón, porque ello vendría con mucho más.


He soportado el sudor y el dolor, no porque me llamara el desafío, sino porque TÚ me llamaste. He hecho todo por TI. Porque eso es lo que tú haces, cuando alguien te hace sentir tan vivo como tú me lo has hecho sentir a mí. Tú diste a un niño de seis años su sueño Laker, y yo siempre te amaré por ello.


Pero no puedo amarte obsesivamente por mucho más tiempo. Esta temporada te daré todo lo que me queda dentro. Mi corazón puede soportar los golpes, mi mente puede manejar la rutina, pero mi cuerpo sabe que es la hora de decir adiós.


Y eso está bien. Estoy listo para dejarte ir. Quiero que lo sepas. Así que, ahora sí que ambos podemos saborear cada momento que nos queda juntos. Lo bueno y lo malo. Nos hemos dado todo lo que tenemos.Y ambos sabemos que no importa lo que haga después. Siempre seré aquel niño, con los calcetines enrollados, la basura en la esquina, 5 segundos en el reloj, el balón en mis manos.


5… 4… 3… 2… 1


Te amo, siempre,

Kobe


En unas horas, la mejor de las historias contadas llegará a su fin, y el mundo del deporte despedirá a su mejor representante. En unas horas muchos no podremos evitar el llanto, solo al imaginarnos una NBA sin Kobe Bryant. En unas horas, todos llevaremos el 24 a la espalda y en el corazón.


Y ahora, para finalizar, Kobe Bean Bryant, gracias por todo. La NBA es nuestra vida, porque tú has estado ahí, con nosotros, peleando, dejándote el físico y la mente. Gracias por todas esas noches sin dormir, por tu enfermiza obsesión con el trabajo y por el esfuerzo. Gracias por regalarnos 81 puntos en un solo partido. Gracias por no rendirte, a pesar de las dificultades. Gracias por los 5 anillos. Gracias por este último año maravilloso. Toda despedida es poca para ti. Todo homenaje se queda corto, por ello, creo que lo mejor es, simplemente, agradecer que nos hayas dado 20 temporadas maravillosas, y despedirnos, porque como tú dijiste, siempre seré aquel niño, sentado en el suelo, embobado a una televisión de tubo, 5 segundos, viendo el balón en tus manos.


5… 4… 3… 2… 1... ¡Kobe, for the win!


Muchas gracias, adiós y, por supuesto, I LOVE THIS GAME.


Jugador de la semana

Dionte Ferguson - CB Agustinos Eras

24 ptos / 12 reb / 37 val

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