NBA 16/17: Análisis División Pacífico
Hasta no hace muchos años el púrpura y oro estaba de moda en California. Kobe Bryant y Shaquille O’Neal, una pareja tan diferente en su forma de ser como exitosa dentro de las pistas, se encargaron a principios de los 2000 de devolver los años de gloria a la ciudad de Los Ángeles, alternando títulos y presencias en las Finales con los San Antonio Spurs. Unos años después, Pau Gasol también tocaba el cielo defendiendo los colores de los Lakers. Sin embargo, desde hace 3 temporadas unos jugadores pequeños y con muñeca sensacional comenzaron a revolucionar la liga a base de triples imposibles y actuaciones estelares. Golden State Warriors es ahora quien manda en la División Pacífico, una región en la que las altas anotaciones y el ritmo endiablado están a la orden del día. ¿Podrán los Warriors mantener el éxito reciente o se vislumbran nuevos candidatos a disputarles el título? Desde el pasado 25 de octubre los equipos han ido dejando varios detalles de sus intenciones y objetivos de cara este año, que analizaremos a continuación.
GOLDEN STATE WARRIORS
Si al equipo más temido en el Oeste durante los dos últimos años (con récord de victorias incluido) le sumas la presencia de Kevin Durant parece innegable que en la línea de salida hacia el anillo los Warriors parten con bastante ventaja respecto a sus rivales. Un conjunto que cuenta con los “Splash Brothers”, Stephen Curry y Klay Thompson, como principales armas suma ahora otro tremendo anotador como es Durant. La pregunta es, ¿habrá balones suficientes para que todos los gallos se sientan a gusto en el corral?
Los chicos de la Bahía de San Francisco, a pesar de haberse reforzado con uno de los mejores jugadores de la liga, pueden haber perdido cierto potencial en lo que a profundidad de rotación se refiere. Cuando se aglutinan tantas estrellas el dinero suele ser un problema, y para cuadrar las cuentas han tenido que dejar marchar a Andrew Bogut, Harrison Barnes, Festus Ezeli y Marreese Speights. Jugadores como André Igoudala y Shaun Livingston siguen siendo una garantía, y gladiadores como Draymond Green y Zaza Pachulia deberán apretar en defensa para que el equipo no quede descompensado. Han tardado un mes en conseguirlo, pero tras 17 partidos los Warriors ya lideran el Oeste anotando más que nadie (casi 120 puntos por noche). El fantasma de la pasada final, con la derrota ante Cleveland Cavaliers, todavía está bien presente y Golden State quiere borrarlo ganando desde el principio de año.
Kevin Durant ya sonríe con su nuevo compañero Stephen Curry y busca el que sería su primer anillo.
LOS ÁNGELES CLIPPERS
Tradicionalmente conocidos como el “Hermano pobre de Los Ángeles”, los Clippers han ido ganándose el respeto a base de victorias y presencias en los Playoffs, aunque siempre parece que podrían aspirar a algo más de lo que consiguen cada temporada. Cuentan con posiblemente el mejor director de juego de toda la NBA, Chris Paul, con un francotirador como J.J. Redick y con un Blake Griffin que ha pasado de ser sólo un “saltarín” a convertirse en un ala-pívot con buen tiro de media distancia y sacrificado en el aspecto defensivo. Pero la fortaleza de los Clippers no se centra en 2 o 3 grandes jugadores, sino que sus suplentes aportan tanto o más que algunos titulares. El eterno Jamal Crawford, Marreese Speights o un Austin Rivers que parece por fin dar el salto que requería su carrera son las grandes amenazas de los angelinos desde el banquillo.
Anotando mucho (tercer mejor equipo en este aspecto) y sabiendo parar a las estrellas rivales (cuarto mejor equipo en puntos recibidos), los Clippers empezaron como un tiro, pero en la última semana han empezado a verse algunas “carencias”: las 2 derrotas ante Detroit Pistons e Indiana Pacers son encuentros a muy pocos puntos, donde tanto Redick como Crawford sufren defensas muy intensas y con un DeAndre Jordan no incidiendo en el juego ante los pívots rivales han encendido algunas alarmas. En manos de “Doc” Rivers y su cuerpo técnico está solucionar este pequeño bache para hacer de los Clippers un candidato serio a las Finales.
Un año más, Chris Paul es el jugador más desequilibrante de Los Ángeles Clippers.
LOS ÁNGELES LAKERS
Esta temporada se iniciaba como la segunda en la etapa de renovación de una plantilla entrada en años y, sobre todo, como la primera en la era post-Kobe Bryant. Sin su leyenda de las últimas 19 temporadas, los “baby-Lakers” han sorprendido a muchos y se encuentran ocupando puestos de Playoffs (8º con 9 victorias y 9 derrotas). Con un equipo muy coral y donde nadie destaca muy por encima del resto, la histórica franquicia parece deseosa de acortar los plazos previstos al principio, y darle así una alegría a unos aficionados acostumbrados a los sinsabores de los últimos años.
Los Lakers apuestan por la juventud tanto en el banquillo (Luke Walton) como en sus principales jugadores.
D’Angelo Russell, Jordan Clarksson o Julius Randle encabezan la revolución vía Draft, y con juventud y descaro lideran a unos Lakers en busca de nuevas estrellas a las que encumbrar. Veteranos como José Calderón, Luol Deng y Metta World Peace ejercen su labor de pegamento en el vestuario, y jugadores recuperados para la causa como Louis Williams, Nick Young o Timofey Mozgov han vuelto a sentirse importantes para el baloncesto (y no sólo para asuntos extradeportivos…). Mantener la posición de Playoff supondrá todo un reto pero al menos la esperanza ha vuelto al Staples Center y el futuro parece brillar con fuerza en estos Lakers.
PHOENIX SUNS
Uno de los equipos más entretenidos de ver pero también uno de los que más derrotas cosechará esta temporada. Su juego anárquico y con mucha libertad para cualquier jugador les lleva a realizar grandes anotaciones a la vez que recibir una enorme cantidad de puntos. Irse a casa con 115 o 120 en el saco no parece un desastre para unos Suns inmersos en una etapa de transición. Los de Arizona basan casi todo su potencial en el “small-ball”: Eric Bledsoe, Devin Booker o Brandon Knight son quienes asumen más protagonismo y tienen licencia para tirar toda bola que llegue a sus manos. Ilustres con buena mano como Leandro Barbosa y Jared Dudley también contribuyen a que el juego desde la larga distancia sea habitual en Phoenix.
Brandon Knight, Devin Booker y Eric Bledsoe forman el trío de pistoleros de los Suns.
En la pintura, una posible mejora defensiva vendrá marcada por la aportación de Tyson Chandler, hasta ahora con problemas físicos. Jóvenes como T.J. Warren, Alex Len o Dragan Bender también buscarán ser importantes en un equipo que afronta sus compromisos sin la presión que conlleva la continua exigencia de victorias. Por tanto, se espera un año tranquilo para Earl Watson y los suyos, con los Playoffs como verdadera utopía y buscando seguir creciendo y encontrar un estilo y quinteto sobre el que asentarse de cara a próximas temporadas.
SACRAMENTO KINGS
Si hay una expresión para definir al equipo de la capital de California sería la de “sospechoso habitual”. Cada año inician la temporada con el objetivo claro de estar en la pelea por los Playoffs, pero el carácter díscolo de muchos de sus jugadores les hace acabar en tierra de nadie y con una cantidad importante de líos internos. Sólo así se explica que una leyenda en los banquillos como George Karl acabase haciendo las maletas y dejando un proyecto que parecía muy ilusionante, harto de los desplantes de DeMarcus Cousins.
DeMarcus Cousins: a veces los grandes genios son los mayores incomprendidos...
La estrella de los Kings es tan buen jugador como poco inteligente en muchas de sus acciones, y vive continuamente rodeado de polémicas con los árbitros, entrenadores y todo el que se le ponga delante. Sin embargo, funciona como auténtico termómetro del equipo y la dependencia de sus actuaciones es capital para conseguir victorias. Sorprende que el nuevo entrenador, Dave Joerger, no haya logrado encontrar por el momento al compañero ideal de Cousins en la pintura, con Omri Casspi casi marginado y un Kosta Koufos que ha ido perdiendo protagonismo. Así, la responsabilidad recae en algunos veteranos como Rudy Gay, Matt Barnes y Arron Afflalo, todos ellos desde las posiciones de escolta y alero. Dos jugadores imprevisibles a nivel mental como Ty Lawson y Darren Collison serán quienes lleven la batuta como bases, pero con este explosivo cóctel parece que nuevamente los sueños de Sacramento se quedarán por el camino.
FAVORITO: GOLDEN STATE WARRIORS
Dudar de los Warriors es dudar del equipo que ha cambiado la idea moderna de baloncesto. Todos los equipos buscan ahora “jugadores totales” al estilo del conjunto de Steve Kerr, gente que sea capaz de rebotear, correr la cancha y lanzar desde cualquier posición. Superadas las dudas inciales y el (mínimo) tiempo de adaptación de Durant ya están preparados para volver a deleitar noche tras noche… pero esta vez olvidándose de ningún tipo de récord y descansando lo suficiente para lo realmente importante: recuperar el título perdido.
OJO CON…: LOS ÁNGELES LAKERS
Quizá no los veamos entre los 16 mejores disputando los Playoffs, pero en favor de Luke Walton está el haber recuperado la ilusión en un equipo demasiado acostumbrado a los malos resultados en los últimos 3 años. Cuando has sido el mejor de la historia duele tener tan poco que decir en la liga, pero con trabajo y el protagonismo creciente de los jóvenes los Lakers deben tratar de mantenerse cerca del 50% de victorias por si puede saltar la sorpresa.
LA DECEPCIÓN: LOS ÁNGELES CLIPPERS
Ocuparán posiciones elevadas en el Oeste (sería catastrófico no terminar entre los 3 primeros) y no deberían tener problemas para superar la primera ronda de Playoffs, pero en cuanto las cosas se compliquen y el nivel de los rivales aumente la historia de los Clippers será idéntica a la de los últimos 3 años. Mucho ruido y pocas nueces para un equipo al que poco a poco se le va agotando el crédito…
